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En esta exposición, la joven artista Line Boogaerts presenta obras propias, pero como comisaria también ha invitado a varios artistas congoleños interesantes. Juntos dialogan con la obra de Frank Brangwyn, cuya obra ocupa un lugar permanente en la Arentshuis.
Line Boogaerts (1986, Lovaina) es una artista en artes plásticas y performances. Sus proyectos se desarrollan a partir de dibujos que ella realiza en ventanas, puertas de vidrio y cristaleras, los cuales limpia inmediatamente. Su trabajo es, por tanto, muy 'performativo' y recuerda antiguas técnicas de pintura sobre vidrio. Boogaerts introduce puntos ciegos en sus composiciones como motivos, evocando de esta manera otros puntos ciegos, como historias secretas, el arte y los artistas marginales o incluso historias o significados ocultos.
La exposición 'é / change', que forma parte del festival de arte Mind the Artist, tiene su origen en su lugar de residencia y en la exposición que se celebró en 2019 en el Centro de arte Waza en Lubumbashi, en el Congo. Además de su obra personal, Boogaerts también presenta, como comisaria de la exposición, obras de diversos artistas congoleños con los que ha colaborado en los últimos años. Célestin Kabuya (fecha y lugar de nacimiento desconocidos) representa la primera generación de artistas modernistas congoleños. También está presente la generación artística más reciente, con nombres como Paul Malaba (1990, Gbadolite, Congo) y el artista belga-congoleño en creación oral Muabana (1989, Kinshasa, Congo).
Junto a estos artistas congoleños, Line Boogaerts establece en esta exposición un diálogo con la obra del artista y diseñador británico Frank Brangwyn (Brujas, 1867 - 1956), cuya obra forma parte de la colección permanente del Arentshuis. De esta manera, ella tiende puentes entre su creación -y la de sus colegas congoleños- y las formas artísticas y la artesanía de Brangwyn, así como también explota su relación con África, tema sobre el cual todavía es difícil hacerse una idea precisa en la actualidad. Boogaerts crea así una interacción entre obras y puntos de vista que trascienden varias generaciones de artistas.
Boogaerts convierte el Arentshuis en un paisaje cambiante y al museo en un lugar de encuentro de artistas de distintos países y generaciones. Al mismo tiempo, ella ha construido un laboratorio en el que ella experimenta con los límites físicos del proceso de observación y con la experiencia del visitante. Este último se lanza así una búsqueda de artistas ocultos y de significados de doble sentido. De esta forma, ella incita a reflexionar más profundamente sobre los puntos ciegos de nuestra percepción social, artística y cultural.
Foto: Line Boogaerts
Fotos: Tim Theo Deceuninck
