¡A comer! Aquí puedes ver cómo preparaban la mesa los ciudadanos adinerados en los años 1600 y 1700. O, mejor dicho: cómo lo hacían sus criados.
Pero regresemos primero en el tiempo, a los años 1500, época en la que la gente comía en escudillas de madera o cerámica o en platos de estaño utilizando una cuchara y normalmente también un cuchillo. Aquí puedes ver que dos siglos después muchas cosas han cambiado.
Efectivamente, en el siglo XVII aparecieron nuevas costumbres. Cada uno tenía su plato, de cerámica, estaño, porcelana o plata, en función de la situación financiera y de la ocasión. Te echabas tu ración al plato, y cada vez más se comía con tenedor, cuchara y cuchillo. También vemos en la mesa más vasos.
En las mesas, también aquí en Brujas, vemos cómo el mundo se fue ampliando. Fueron apareciendo cada vez más materiales y objetos exóticos, como porcelana y vidrio veneciano importados. La nobleza daba el ejemplo y los ciudadanos adinerados lo seguían.
En el siglo XVIII cada objeto fue recibiendo su lugar fijo y las vajillas y cuberterías se fueron ampliando. Aparecieron tenedores de postre, cuchillos de mantequilla, cuchillos de pescado, soperas, etcétera. Todo compaginaba con el resto, una evolución impulsada por la etiqueta de mesa francesa.