Vidrieras. Cuadros y esculturas. Orfebrería, textil, impresos… A lo largo del siglo XIX el espíritu del neogótico penetró en todas las disciplinas en Brujas. Los artistas y artesanos retomaron en sus talleres los ejemplos de la Edad Media cristiana gótica, también bajo el impulso de la Iglesia católica. Sus clientes católicos se lo pedían.
Henri Dobbelaere y su hijo Jules fueron famosos vidrieros, fabricantes de vidrieras en Brujas. Aquí ves algunos ejemplares neogóticos diseñados y realizados por su taller. Su producción fue enorme, especialmente en tiempos de Jules: iba destinada a iglesias y capillas en Bélgica y en el extranjero, hasta en América y Extremo Oriente. Las iglesias neogóticas eran obras de arte globales: formaban un solo conjunto y las vidrieras desempeñaban el papel de protagonista. Un competidor de los Dobbelaere fue el taller de Samuel Coucke, de quien puedes encontrar aquí algunos bocetos.
Toda esta artesanía neogótica se basa en un amplio conocimiento sobre la Edad Media. Personas tales como los miembros de la Sociedad Arqueológica de Brujas estudiaban los archivos, realizaban viajes, formaban colecciones y sentaron las bases de este museo y su colección. El artesano Henri Dobbelaere fue un miembro fundador de la sociedad. Los objetos reunidos servían de material de estudio, pero también como ejemplos estilísticos para los artesanos. A través de sus varios miles de productos los artesanos difundieron la imagen de una sociedad centrada en la fe católica y la Iglesia.
¿Te has fijado ya en la chimenea y las vigas en esta sala? Llevan el escudo de Lodewijk van Gruuthuse, la cadena del Toisón de Oro y las letras L y M de Lodewijk y Margareta. También son el resultado de la restauración neogótica de Louis Delacenserie, que también se dejó inspirar por la Edad Media.