Los ojos se quedan cortos para captar esta intrigante obra. El fin del tiempo está cerca. Flanqueado por los ángeles y los santos, Cristo mira la tentación y el pecado. Los creyentes piadosos van al cielo, los pecadores van al infierno. Personajes grotescos y extraños y figuras desnudas pueblan el panel central. ¿Quería El Bosco señalar con el dedo a sus contemporáneos? La colorita de colores en el primer plano contrasta con la ciudad en llamas en el panel derecho. La obra fue restaurada recientemente.