1927
La Última Cena es uno de los temas más populares en la historia del arte occidental. A principios del siglo XX, Gustave Van de Woestyne optó decididamente por un lenguaje de diseño innovador y moderno. Jesús y sus apóstoles tienen actitudes distorsionadas, rostros expresivos y manos caricaturalmente grandes. Están sentados apretadamente juntos el uno del otro en un espacio demasiado pequeño. Detalle sorprendente: Van de Woestyne se presenta a sí mismo como un apóstol (el tercero desde la izquierda). No solo el impresionante formato, sino también la pintura aplicada finamente recuerda la técnica del fresco.